SÚPLICA Y SUPLICIO POR  VISITAS

SINTOMAS DEL SÍNDROME DE ALIENACIÓN PARENTAL

  (Mayo,  2005)

La visita, contacto directo y regular y/o sistema de convivencia, debería ser :una relación equitativa, íntegra y espontánea con ambos padres en igualdad de derechos y deberes, post disolución del vínculo matrimonial. De esta forma se concede al padre seguir siendo papá y permite  asimismo,  desafiar la paternidad casual, periférica y que en ocasiones   traduce un trance abandónico, por el excesivo desgaste generado por el atropello y repudio  de la madre. (Pueden darse situaciones a la inversa, pero son menores, comparadas con los indicadores estadísticos).  

Lamentablemente, la madre al atacar la vía relacional paterno -filial,   inicia el suceso de la angustiosa experiencia judicial, porque se configura una escala de acciones y retroacciones de larga data  cuyo objetivo inicial no solo es conservar el control sobre el custodio sino  que dilatar al máximo el encuentro entre padres e hijos.  (Estrategia represiva). En este nivel, el padre vivencia la incertidumbre y asombro frente a las causales del  impedimento, dado que la suspensión del contacto se genera en forma dual: tribunales de menores y la madre.

Si en este contexto, el padre además interpone la ampliación de visitas, desencadena un proceso que curiosamente  degenera  en las falsas acusaciones de abuso sexual,  cuyo objetivo posterior está relacionado con  la enérgica obstrucción y paulatina   muerte del lazo emocional afectivo padre-hijo. (Estrategia punitiva). En este nivel,  el padre vivencia el  dolor más gravitante a nivel personal, dado que la paralización del contacto se genera de forma  miscelánea: tribunales de menores, profesionales de la salud mental, abogados y por supuesto la madre y toda su familia de origen.

En este escenario,  el padre queda  inevitablemente expuesto a la luz pública, deshonrado, escarnio de la fiscalía  y por tanto, si no cuenta con la defensa adecuada, la secuela rigurosa es la cárcel.  Al respecto, y como dato curioso, cualquiera sea el nivel social de la madre,  siempre estará  tutelada por  un equipo de expertos que la asesoran en el inicio y en el curso del juicio.

El Síndrome de Alienación Parental versus visitas, se encuentra asociado a su vez, con varias dimensiones psico-sociales y jurídicas,  que cimientan los factores estresores que  operan a su vez, como vectores conducentes de la paternidad ingrávida.  Desde la labor terapéutica, puedo precisar las siguientes  áreas:

     1.- Alienación Parental

  • La seducción coercitiva materna, gatilla la sugestión manipulativa recurrente,  para lograr a través de diversas estrategias, cambios a nivel emocional  y físico en los hijos. Esta manipulación la ejerce en plenitud, porque   domina el clima, espacio, historia y cultura de la familia. Es el poder de la conquista para excluir al padre,  por ser la tutora de los hijos. 

  • Desde esta convicción (consciente y/o inconsciente) obtiene su propósito con los niños:  vuelcos afectivos, contactos detenidos, recuerdos biográficos borrados, para apoderarse de su lealtad, que es la medalla del éxito. Esta consideración  la sitúa como estandarte de su propia familia de origen, revocando la autoridad afectiva de la familia de origen paterna.

  • A su vez, por  preguntas reiteradas y sugestivas en el tiempo,  provoca cambios en la narrativa infantil, contexto desde donde se inician las falsas acusaciones de abuso sexual. 

  • A su vez, la detención de las visitas  parecieran estar ligadas a la segunda pareja del ex cónyuge, la cual es un puntal importante para fraguar esta estrategia, porque despierta sentimientos de pérdida de control, rabia, celos y venganza.

  • En definitiva,  el gran filtro en la relación paterno-filial es la madre porque mediatiza el eje afectivo-valórico,  con el propósito de instrumentalizar la presencia psicosocial y el rol socioafectivo del padre,  a quien gradualmente  lo desapodera de sus derechos, quedando en el vacío  emocional por el impedimento del contacto y/o por la obstrucción del vínculo.

   2.- Alienación Social

  • El  problema a nivel socio jurídico, es la presencia de padres ausentes y/o periféricos, que cada cierto tiempo constituyen ejes mediáticos por sus incumplimientos legales post disolución, aspecto que ha permitido al legislador articular imposiciones para aquellos padres deudores y desconocedores de sus hijos.

  • El problema en el aspecto societal, es la trivialización y concepción minimalista de padre. Esta carencia de padre por infracompensación respecto de la sobrevaloración materna, actúa a nivel   de medios, contexto donde  se observa la  meridiana representación y difusión de la paternidad. Los medios son  orientadores anclas de la cultura, y les cabe mostrar el  compromiso del nuevo padre, que auténticamente se expresa  en su cotidianeidad vincular, involucración, compromiso y  apego  afectivo, atributos  que  lo posicionan como referente  válido en la  instancia dialógica de la familia, sea esta intacta o disuelta.

  • El problema  también se suscita a nivel familiar, laboral y de relaciones humanas,  en la carencia de redes de apoyo y en  la ausencia de soporte emocional dada su condición de hombre separado "generalmente el culpable ". Esto conlleva mucha soledad.

   3.- Alienación Profesional

  • La nocividad de algunos profesionales de la salud mental (cuando  emiten diagnósticos erróneos a niños perturbados,  cuando someten al niño abusado  a entrevistas inductivas y repetitivas,  para especificar posibles acciones deshonestas). Esta orientación  en base a  percepciones clínicas, excede su competencia tanto profesional,  como en su calidad de perito en tribunales penales.

  • Los abogados querellantes en el caso de abusos falsos, proceden sin cautela y facilitan la vía para que la madre circule con potestad, para  proseguir con la cruzada de rechazo forzoso  al padre.

  • Estas conductas profesionales promueven la escisión de los precarios vínculos en la dinámica relacional de la familia y decreta finalmente la ausencia permanente e injustificada del padre.

   4.- Alienación Judicial

  • Desde este ámbito se observa el desconocimiento y desconcierto que provoca el nuevo rol de la paternidad y el acentuado énfasis en la valoración de la maternidad,  que se convierte en la protagonista del proceso, lo que  precisa  la discriminación sexo genérica.

  • Esta actitud  retrógada infravalora fundamentalmente a la infancia, al someterla a la orfandad artificial en circunstancia que el papel que les toca como garantes de la institución familia, es proteger a todos sus miembros, en  consideración  al Interés Superior del Niño.

  • Las sentencias judiciales y las órdenes que se emiten respecto del tema de las visitas, convierte a la familia en alienada, lo que significa su desperfilamiento como comunidad de personas unidas por procesos afectivos comunicacionales en permanente evolutiva.

Desde   lo comentado, tanto la súplica y el suplicio por visitas, deja secuelas insospechadas porque deja a la paternidad sin padre y al paternaje sin hijo.

 María Guisella Steffen Cáceres

Magister en Ciencias de la Educación con Mención en Relaciones Humanas y Familia y Licenciada en Familia

  

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