La paternidad no custodia se enfrenta al desafío de los cambios
socioculturales, a las variaciones de los significados culturales de lo
femenino y masculino, a la emergencia de una corriente de pensamiento
y de experiencias ancladas en la evolución de la nueva masculinidad
y en el perfeccionamiento de la paternidad contemporánea, y a la
exultación cultural permanente de la maternidad que amplifica y
vigoriza el protagonismo femenino, hecho evidenciable en la aplicación
de la ley, que la instituye como figura apta y necesaria para la crianza
de los niños post-separación conyugal
A su vez, experiencia una multifactorialidad de situaciones
que entorpecen el ejercicio de sus capacidades de parentalización
socio-afectiva. Con el objeto de ir concienciando esta realidad, iré
articulando esos extraños escenarios configurados por las tácticas
predictoras de la exclusión paterna, las que a través de
diferentes matices castigan a la paternidad, diluyendo la supervivencia
del padre post-separación conyugal y suscitan las secuelas disociadoras
que atentan contra el Interés Superior del Niño, antecedentes
que son determinantes para dinamizar el proceso coparental.
En este contexto, percibo dos estrategias independientes,
que al actuar en conjunto potencian la destrucción del lazo amoroso,
que alude a la padrectomía y que engloban al Síndrome de
Alienación Parental. Estos comportamientos en muchas ocasiones
se observan latentes desde el período matrimonial, pero, se agudizan
en su etapa post-separación conyugal.
- IMPEDIMENTO DEL CONTACTO (Dilación en el Contacto
Directo y Regular con el Niño)
Es una estrategia focalizada a impedir el contacto
y la cercanía de padres e hijos que conlleva la pérdida
de los derechos paternos. Se despliega con un estilo punitivo través
de la deshonra de la imagen paterna, situación que provoca
la ruptura interaccional afectiva del equilibrio vincular paterno-filial
post separación conyugal. Esta modalidad sugiere pero también
implica el asedio emocional al padre, ya que en esencia, está
orientada a controlar y custodiar el ex vínculo conyugal.
- OBSTRUCCIÓN DEL VÍNCULO (Ruptura gradual
y total del lazo afectivo)
Es una estrategia represiva destinada a quebrar en
forma escalonada la relación vincular paterno-filial, preferentemente
a través de las falsas denuncias de abuso sexual, lo que conlleva
el alejamiento paterno, dado que este procedimiento altera nocivamente
la nueva dinámica afectiva post separación conyugal.
Esta modalidad operacionaliza el acoso emocional a la relación
padre-hijo, y en esencia está orientada a someter al ex- cónyuge
y a controlar al hijo.
ALIENACIÓN PARENTAL (Su definición alude a la naturaleza
de su funcionamiento)
En sí misma, es una actitud desquiciante que
se externaliza en una multifactorialidad de conductas viles, que puede
concebirse como una compensación espúrea del interjuego
abusivo generado por la ruptura de la pareja conyugal, que provoca
victimización socioafectiva, cuyos efectos covivencia preferentemente
el vínculo paterno-filial y que perturba insanamente la dinámica
interaccional de la familia post- separación conyugal.
En el análisis conclusivo de estas estrategias cabe
preguntarse, si la separación conyugal se fundamenta en la existencia
de culpables, y/o en la dificultad de lograr acuerdos intrafamiliares.
Esto establece la diferencia entre la reacción vengativa y la tolerancia
generosa por voluntad interparental.
En definitiva, frente a estas maquinaciones conductuales,
se requiere imprescindiblemente que:
- Se tipifique como delito estos comportamientos que abiertamente
y sin derecho a réplica, provocan en nuestro país el parricidio
virtual y la orfandad artificial del hijo.
- La implementación de un paradigma desarticulador
de estas prácticas maléficas, orientado jurídicamente
a la tuición compartida a través del modelo coparental
para dar respuesta al anhelado deseo de compartir la custodia legal
y física de los hijos, realidad que se erige como un imperativo
de la familia contemporánea ". Steffen,G. (2002).
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