:Cuando hablo de suspensión
afectiva, me refiero a la imposibilidad emocional de elaborar un duelo,
frente a la pérdida de un hijo/a cuando uno de los progenitores vivencia
la tortura de los secuestros parentales. Desde esta lastimosa
realidad inician un camino desértico, atiborrado de fosos para
traerlos de vuelta a casa.
Desafortunadamente,
conozco tantos casos y a pesar de alertar a padres/madres que tengan una
permanente actitud de observación, prevención y de máxima atención a los
signos que se presenta, esta conducta alienadora , no es que se dejen
estar, pero, confían en los profesionales aisgnados,
Desde la concepción del hijo existe una
diferencia física en el escenario y ritmo del embarazo, por ser la madre
portadora biológica de la criatura, pero, no es menos cierto, que el
embarazo del hombre radica en la mente.
María Guisella Steffen Cáceres
Magíster
en Ciencias de la Educación y Licenciada en Familia y Relaciones Humanas
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