MATRIMONIO DE LOS PADRES VERSUS FÓRMULA MÁGICA
(Febrero, 2004)


¿Qué es la coparentalidad?

Desde su concepción más profunda, la coparentalidad es el espacio soberano del niño, vitalizado permanentemente por la vinculación afectiva y la estabilidad psicosocial que le suministran ambas figuras parentales, aspectos que configuran la realidad dinámica del contexto familiar y que deben trascender a la denominada familia rota o no intacta.

El modelo coparental comprende la custodia física y legal conjunta con períodos de alternancia determinado por ambos padres, lo que implica equidad para tutelar en recíproca asistencia interparental la protección socioafectiva de los hijos, dinamizando su calidad de interlocutores válidos en las etapas de la crianza, cimentando el ejercicio de sus capacidades de parentalización en beneficio de su desarrollo bio-psico-social, para acceder y restablecer los deberes y derechos del paternaje y maternaje.

En este sentido, los mecanismos propulsores del modelo coparental, dicen relación con la elaboración de los siguientes aspectos:separar los resentimientos residuales de la separación; reorganizar las relaciones sociales entre ellos, re-establecer nuevas relaciones con sus hijos, que en definitiva, implica el colosal esfuerzo de separar parentalidad de conyugalidad.

El modelo coparental re-establece el equilibrio interparental al activar el rol y fortalecer ambas presencias para compartir a los hijos en forma equitativa, con lo cual se evita la confrontación vía judicial, se despotencia el conflicto, se erradican las tácticas coercitivas, se disminuye el desborde parental, la sobrecarga del maternaje y se preserva el vínculo parento-filial.

En base al interés superior del niño, la tuición compartida es un derecho a su persona como sujeto jurídico y un derecho que compete a ambos padres, en consideración a la impronta nutricia y normativa que graban en la cotidianeidad vivencial del hijo.

La modalidad coparental enmarcada en la tuición compartida, es un paradigma familiar post-separación conyugal, que requiere una toma de conciencia psico familiar y socio jurídica tendientes a resguardar la familia rota en aras de tutelar y preservar la validez de la relación paterno-filial post-separación conyugal.

Esta nueva realidad se significa como el espacio de las decisiones compartidas e integra el arduo y abnegado compromiso de ser padre y madre sin ser una dualidad, pero, que permite a la familia disuelta seguir siendo la instancia de pertenencia, espacio educativo y dinámica de los afectos y otorga al hijo, el derecho a crecer con un vínculo sano e integral protagonizado por sus dos padres, para historiar su propia familia, que en definitiva es el perfil que se plasma en la tuición compartida, y es el paradigma que coincide con el interés superior del niño.

M. Guisella Steffen Cáceres
Licenciada en Familia y Magíster en Ciencias de la Educación,
con Mención en Orientación, Relaciones Humanas y Familia.