Si respondemos afirmativamente
a esta pregunta, entonces la a respuesta es ABUSO.
Esta situación se desencadena cuando madre y/o padre
operan con intencionalidades reales y a veces motivaciones inconscientes,
para intentar preservar su identidad, recuperar el control y/o sanar la
herida narcicística. Es un movimiento que en cierta medida invierte
la impotencia sufrida en la proceso de disolución
conyugal, en omnipotencia en la etapa post-separación
conyugal, período que se significa por la entrega del gran diplomado
de vida 'progenitor custodio'.
Es realmente repugnante infravalorar e instrumentalizar
al hijo post-separación conyugal, porque es un abuso emocional
tan brutal que se transforma en violencia psicológica. La cuota
alimentaria deviene por ley y es una responsabilidad, pero, lucrarse de
la pensión alimenticia extorsionando el tiempo de visitas, (dilatándolas
y/o impidiéndolas en el uso de persuasiones coercitivas orientadas
al progenitor no custodio) es considerarlo fotocopia del expediente, negar
su condición jurídica plena, y obviarlo como ser integrante
del proceso de la vida.
El hijo no es un ente anónimo, tiene nombre y apellidos.
Lamentablemente esta condición se obvia en el momento de la disolución
de la familia y el remanente es la presencia de un niño títere
en las manos de aquellos que dijeron desearlo y amarlo como un ser único
y especial.
¿Han pensado que este niño sufre porque puede
considerase culpable de la separación y por la distancia afectiva
impuesta?..... Este tipo de niño es un campo minado y podría
en algún momento de su vida futura desplegar una batería
de odiosidades en contra no solo de su cuidador, sino de su propio cuidado
y de aquellos que en el futuro deberá cuidar.
En aras de este cuidado infértil y en ocasiones
desolado, cabe preguntarse:
¿No sería mejor, reconstruir nuestro autoconcepto,
encarar otros proyectos vitales y redefinir las relaciones familiares?
¿No sería mejor desarrollar la conciencia
coparental en beneficio de un ser indefenso que siempre nos va a llamar
papá y mamá?
M. Guisella Steffen Cáceres
Licenciada en Familia y Magíster en Ciencias
de la Educación,
con Mención en Orientación, Relaciones Humanas y Familia.
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