En Chile, el 19 de Junio es el Día del Padre, por eso es,
que para los niños, mujeres y hombres, jardines infantiles, colegios, universidades,
tiendas, publicidad, radios y diarios, es un día
importante e inolvidable, porque todos vibramos junto al ritmo cardíaco
del músculo del amor 'el corazón'.
No sé el
porqué, pero a veces los papás hablan que este día es de consumismo puro y
que se les exige a los hijos una dedicación especial. Frente a estas
argumentaciones, me da la impresión que se
sienten incómodos porque la sociedad y la vida les regala este día. Tal
vez el motivo sea, la impronta grabada a fuego, que los
condiciona desde su interno a un papel de proveedor, en
circunstancias que en el ahora, son padres tremendamente afectivos,
sensibles y cercanos.
También esta suerte de resistencia se instala en
sus mentes para evadir su día y obviar el dolor que les provoca la
ausencia de los pequeños y/o la austera o inexistente compañía de
sus hijos mayores.
No obstante, lo anterior yo siento como persona,
mamá y terapeuta, que en el amanecer de ese día, a ellos se les
regocija el alma porque experimentan en lo más
íntimo del corazón, la felicidad del abrazo amoroso y el bendito
beso de sus niños que dicen simplemente, te quiero mucho papá.
También es entrañable la cara de esos papás más añosos
que reciben una tarjeta, un llamado, un golpeteo en la espalda
y si es posible, un largo almuerzo familiar. Asimismo, es muy penoso, que
dejemos a nuestros queridos viejos solos en una casa de reposo (en
ocasiones y por innumerables circunstancias se hace necesario) y en esta
situación, lo importante es y será el tocarlos y aún cuando no nos
entiendan, decirles con infinita ternura y gratitud, lo que ellos
significan para nosotros.
No
obstante, la regalía de este día, miles de padres y madres por
complicaciones post-divorcio, no pueden estar con sus hijos, y en este día
se sienten particularmente abandonados y tristes. Para llenar el vacío del
vínculo querido y alejado, hay que buscar maneras creativas para
compartir el espíritu de la paternidad en privado y/o colectivamente.
En este sentido y en estos momentos, las
organizaciones de padres separados de sus hijos, tienen como meta
expresar los bellos momentos vividos con los hijos, recuerdos
que deben abrirse para no victimizarse nunca, porque siempre tendremos el
recurso de la memoria propia y ajena para estar orgullosos de
sentirnos pertenecientes al mundo del paternaje.
Con este propósito, el PIP ( Padres por la Igualdad
Parental) nos
hemos propuesto realizar un paseo silencioso por la Plaza de
Armas, llevando pancartas, globos y fotos de nuestros hijos.
No creo que podamos
omitir que el 19 de Junio porque es el aniversario de
nacimiento de cada paternidad y el ropaje de cada padre, y por esta
misma razón, convoco a papás y mamás que dejen a un lado las
diferencias post-divorcio, porque querámoslo o no, todos tenemos un
papá internalizado en la mente y amado en el corazón.
María Guisella Steffen Cáceres
Magister
en Ciencias de la Educación y Licenciada en Familia y Relaciones Humanas
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