Bravo, los medios de comunicación social han dejado de ser silentes
frente a la queja del padre no custodio. Este salto cuántico de los
medios, los configura como la vía relacional de la problemática
y puente de debate ciudadano porque no se escudan en la ignorancia y aceptan
los desafíos que plantea el nuevo milenio.
Esto lo hemos podido observar en las situaciones de secuestros
internacionales, nacionales, en la polémica por tuición
de las hijas de la jueza Karen Atala, y también en algunos otros
casos que han sido crónica de páginas internas, pero al
presente, se sitúan como noticias de alto impacto.
Afortunadamente, la lectura social de los medios reflejan
una apertura comunicacional, pero no abarca toda la prensa escrita, ¿será
la política editorial?. De igual forma, nuestra televisión
local ha difundido el contexto desguarnecido del padre no custodio, realidad
que ya no puede ser ignorada, frente al uso y abuso de poder de algunas
madres sin destino. Sus estrategias represivas y punitivas, exceden la
comprensión y dificultan el respeto a la persona, en base a su
incapacidad para encauzar nuevos giros en la interacción dinámica
y significativa de las relaciones con sus hijos y ex-cónyuges.
Los medios son el eje orientador, por tanto es necesario
estimular a los editores de los diarios, la publicidad y la televisión,
para que se constituyan en instructores ancla, velando para que se respete
la coherencia respecto de este tema, en consideración que el empleo
del idioma moldea nuestras ideas y el cambio cultural debe partir considerando
los derechos y deberes de la coparentalidad, porque en este darse cuenta,
se produce el cambio valórico y cultural.
Bravo, a los medios de comunicación social por
posicionar en la agenda mediática, a ese padre desapoderado, que
porta el dolor del expatriado de su tierra de origen, su propia familia
que son sus hijos.
M. Guisella Steffen Cáceres
Licenciada en Familia y Magíster en Ciencias
de la Educación,
con Mención en Orientación, Relaciones Humanas y Familia.
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